Ciberninja comenta: Ya existe el interfaz de minority report
Si os gusto como Tom movía las imágenes con las manos sobre el monitor en minority report es posible que dentro de unos años podáis hacerlo.
Oblong Industries ha creado un interfaz llamado G-Speak ver que casi hace lo mismo.
Visto en: weblogs.madrimasd.org
True Blood
Ultimamente parece que todo el talento creativo de los americanos ha pasado de la pantalla grande a la pequeña, seguramente motivado por que en televisión no hay ni de lejos la censura que sufren en el cine.
Todos conocemos las ya consagradas House, Heroes, Sobrenatural, CSI, Perdidos… Series con unos sólidos guiones que en función de tus gustos te pueden enganchar más o menos. Una de los más destacados estrenos televisivos fue el de Madmen del creador de Los Soprano, que por cierto es el mismo creador de Doctor en Alaska, y aunque al tipo no le falta talento, a mí la historia de gente del medio del marketing en los años 20 no es que me vuelva loco. Por otro lado, un estreno de otro autor consagrado, J. J. Abrahams, (el de Perdidos) ha sido Fringe, una serie a tener en cuenta, pero muy en la línea de los Expedientes X. Y de todo este repaso a la cartelera de series americanas, a las que parece que la huelga de guioniestas les sentó genial, mi favorita es True Blood.
Es una serie original, basada en unas novelas, de las que he oido que por fortuna guarda poco parecido. True Blood nos habla de la américa profunda (el sur) en un mundo donde los vampiros existen y se dan a conocer a la humanidad como ciudadanos de pleno derecho. En lugar de beber de humanos, se supone que se alimentan de una sangre japonesa artificial llamada Tru Blood. En un pueblecito de mala muerte de la zona de New Orleans una chica con sensibilidad telepática, parece sentirse más cómoda entre vampiros ya que a éstos no puede «oirles» los pensamientos. La premisa da que pensar, «vaya! otra serie de vampiritos…», pero frente al temprano prejuicio, recomiendo ver tan sólo el primer episodio para descubrir que nada más lejos de la realidad. Una serie que es de todo menos típica, con un guión que no sabes a donde te va a llevar y que no deja de sorprenderte por los giros argumentales que tiene. Unos personajes realistas como la vida misma. Por ejemplo el hermano de la protagonista que, aparentando ser un alivio medio cómico, es una realidad llena de patetismo. El racismo expresado en todas sus formas. Un universo lleno de escalas grises y unos vampiros que son de todo menos simpáticos.
Concluyendo, una serie recomendable tanto para los amantes de la ciencia ficción, como para los de las buenas historias.